PROJECT ‘LA MUERTE DE PLATERO’

(obra de Juan Ramón Jiménez y la poesía más representativa del simbolismo francés)

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ENTREVISTA DE RADIO SOBRE MARIPOSAS

Estas doce composiciones fotográficas de pequeño formato toman como referencia la prosa poética encontrada en la obra de Platero y Yo (1918), la más conocida y leída de su autor Juan Ramón Jiménez, prolífero poeta andaluz, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1956, quien pasará a ser reconocido como uno de los poetas españoles más influyentes del siglo XX. 

Durante la primera etapa creativa de Juan Ramón Jiménez, en su voz poética estará presente la estética del modernismo, el simbolismo francés[1], la recreación de la estampa que deja en la retina un entorno cercano y sencillo, asombrado por el paisaje, la luz y el color presente en la naturaleza, la intimidad y un sentir melancólico. De algún modo, Juan Ramón Jiménez busca su voz poética en sus orígenes, en la tierra que le vio nacer, en su Moguer.

En definitiva, la búsqueda del incansable y perfeccionista poeta será encontrar su poesía desnuda, en estado puro[2] y no se cansará de revisar una y otra vez sobre lo escrito y de crear obras nuevas, pasando por distintas etapas, que el propio poeta termina clasificando en tres: Etapa sensitiva, Etapa intelectual y Etapa suficiente o, como la designará la crítica, a esta última, «Etapa Verdadera».[3]

Platero y Yo, obra que inspira la creación de la serie fotográfica La Muerte de Platero, pertenece a la primera etapa, a la que Juan Ramón Jiménez se refiere como:

«Vino, primero, pura [4],

vestida de inocencia;

y la amé como su niño.

Luego se fue vistiendo

de no sé qué ropajes;

y la fui odiando, sin saberlo.»

En su brevísimo Capítulo CXXXII, La Muerte, elegía andaluza, de apenas 188 palabras, se ofrece una imagen recreada por el poeta, pensamientos, reflexiones, luces y sombras, voces, espacios, miedos, dolor, belleza, compartiendo, a través de su propia mirada, su experiencia cercana con la muerte.

Sin embargo, y a pesar de la estampa de un cuerpo yerto, el de Platero, la escena se llena con el rayo de sol que entra por la ventanilla, cuando de repente, algo inesperado sucede, «revolaba una bella mariposa de tres colores».

Este instante de belleza efímera, mística, de juego de luces, sombras y movimiento, será el que invite a estas manos fotografiadas a bailar con su sombra, dedicándole gráciles movimientos como de alas de mariposas.

Existen otros significados, los secretos, los que están encerrados en el alma del poeta, abiertos a conjeturas, que revuelan en nuestro imaginario como una mariposa sin quedar del todo definidos, definitivos, más que suavemente dibujados, a través de un texto humilde y sereno, luminoso, sencillo, como poesía en estado puro, esta primera, la que ansía el poeta, a la que vuelve el poeta en su etapa verdadera. Finalmente queda la mirada del niño, de ese niño poeta.


[1] Urrutia, Jorge [cvc.cervantes.es] (07/06/2020). La adolescencia sevillana de Juan Ramón y su descubrimiento de la poesía. Recuperado de: https://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/jrj/acerca/urrutia_02.htm

[2] Jiménez Mantecón, Juan Ramón (2007). Eternidades (1961-1917). Madrid, Visor libros. 

[3] Centro Virtual Cervantes [cvc.cervantes.es] (07/06/2020). Juan Ramón Jiménez. Cronología. 1881-1915. Recuperado de: https://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/jrj/cronologia/default.htm

[4] Poesía de Juan Ramón Jiménez Vino, primero, pura, incluida en su libro Eternidades (1918).